Las salas de espera dan bajón (II)

Aprovecho el post de Fry para comentar las peripecias que viví el veranos pasado al renovarme el pasaporte.


Dia 1º Feliz de mí, llego a las 11 de la mañana. Me dicen que en esa comisaria (en la alameda, probablemente de las más concurridas de Valencia) solo tramitan 20 números al dia para los pasaportes. Vuelva usted mañana, vamos.

Dia 2º Llego a las 7 de la mañana. Un señor mayor me dice que los números se acabaron hace horas. Vuelva usted mañana.

Día 3º. Llego a las 4 y media de la mañana. La oficina abre a las 8. Estoy el quinto en la cola.Al no haber máquina para coger turno, el primero de la cola (que aseguraba llevar allí desde las 3 de la mañana)reparte papelitos a los pobres indigentes que parecíamos, para mantener el orden por nuestra cuenta. En uno de los dias más surrealistas de mi vida, intento dormir en el suelo, como tantos otros. Vemos como las horas van pasando, contándonos la vida, mirando a los "novatos" que llegaban como diciendo, hey, yo estaba aquí hace dos horas, cuando llegó el camión de la basura!. A las 8 pasa un guardia y nos da los turnos "oficiales" . Yo guardé el otro, el del primero de la cola, mi héroe.Con la seguridad de que hoy llegaríamos a casa triunfantes, vamos a tomarnos un café. Hemos vencido al Sistema.